lunes, 20 de agosto de 2012

Resumen del Sistema de Clasificación Dewey



La clasificación siempre ha estado inmersa en la vida del ser humano. Desde tiempos
remotos el hombre ha tenido la necesidad de organizar para poder subsistir. Agruparse para
cazar, formar clanes, seleccionar el alimento, construir ciudades, establecer normas, leyes,
etcétera, todo implica una organización y una sistematización adecuada a cada uno de los
requerimientos que surgen.
En nuestra vida cotidiana, la clasificación es una actividad necesaria que se entiende como
el acto de ordenar o agrupar de acuerdo a características semejantes o a un criterio
determinado. El caso de materiales bibliográficos no queda fuera; si nos remontamos a la
historia encontramos que en el Templo de Horus en Egipto se crea la clasificación más
antigua, que estaba organizada por 35 encabezamientos diferentes.
Actualmente la producción intelectual se incrementa aceleradamente en diferentes
formatos, que pueden ser organizados bajo diversos criterios: por título, autor o incluso por
tamaños y formatos. Sin embargo, estos arreglos no serían convenientes en una biblioteca o
centros de documentación donde la finalidad es recuperar la información de manera precisa
e inmediata para satisfacer las necesidades de los usuarios.
En el ámbito bibliotecológico, la clasificación bibliográfica hace posible el orden de las
obras de acuerdo con el contenido, permitiendo mantener reunido el material que trata un
tema en común. Esta organización permite tener un orden lógico que facilita a los usuarios
la ubicación del ítem que necesitan y de otros materiales afines que pueden servir de
complemento para su investigación.


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