domingo, 28 de agosto de 2016

La Cadena Documental




LA CADENA DOCUMENTAL.
Los Centros de Información y Documentación tienen un objetivo esencial consistente en ofrecer al colectivo de usuarios para el que trabajan la información que necesiten, bien sea de forma puntual o de forma permanente, en respuesta a una demanda concreta o bien anticipándose a sus deseos y, todo ello, con la mejor relación calidad-precio posible. Para ello deberán articular una serie de operaciones que, en conjunto, constituyen la cadena documental, integrada por operaciones de entrada y tratamiento, operaciones de salida y difusión y operaciones de mantenimiento.
4.1. Operaciones de entrada:
Son aquellas que conducen a la formación de los depósitos de documentos y a la producción de representaciones de estos que formarán los ficheros interrogables, manuales o informáticos. Son las siguientes:
*      Selección y adquisición de documentos: Es la operación por la cual el Centro de Documentación determina los documentos que serán procesados y, en su caso, adquiridos. Esta operación exige el conocimiento, por parte de la persona o personas encargadas, de toda la producción documental del área en la que se está trabajando. El establecimiento de una política de selección adecuada irá en función de los factores siguientes: Personal y recursos disponibles; Especialización del centro; Objetivos y prioridades; Naturaleza del centro; Tipo de servicios y usuarios; y Relaciones con otras unidades.
*      Análisis documental: Es el conjunto de operaciones destinadas a representar el contenido de un documento bajo una forma diferente a su forma original, con el fin de facilitar su consulta o su recuperación posterior. El Análisis documental gira en torno a dos polos: La descripción física del documento (catalogación) y la descripción de su contenido para su ordenación o localización (clasificación o indización) y para su conocimiento e información (resumen analítico). La suma de todas las operaciones dará lugar a nuevas formas de representación del material analizado: Catálogos, ficheros, boletines bibliográficos, etc.
*      La operación que describe el documento para su identificación física se llama catalogación y se rige por una serie de instrucciones o normas convencionales universalmente aceptadas para cada tipo de documento. La norma más extendida es la ISBD (International Standard Bibliographic Description), dentro de la cual están la ISBD(M), para monografías, ISBD(S), para publicaciones periódicas o ISBD(ME) para materiales no librarios, es decir, video, películas, etc. El propósito de la descripción física es suministrar una representación del documento que lo describa de forma única, sin ambigüedades, y que permita luego identificarlo, localizarlo, incorporarlo a los ficheros y catálogos, o solicitar un ejemplar cuando se requiera.
*      La indización es la operación por la cual se escogen los conceptos más adecuados para representar el contenido de un documento (es decir, los temas que éste trata) y la traducción de estos conceptos a términos extraídos de un lenguaje documental (Tesauro o clasificación). Con ello se pretende desarrollar un sistema que permita la búsqueda de los documentos por los temas que tratan. Es por lo tanto la operación central de todo sistema documental, tanto para el almacenamiento como para la recuperación de la información.
*      El resumen analítico, por último, es una breve exposición del contenido de un documento en la cual se indica el carácter del mismo, su contenido y las conclusiones a que llega. Tiene por objeto mejorar los resultados de la difusión ofreciendo al usuario una visión clara del contenido de un original, llegando en ocasiones a sustituirlo.
*      Almacenamiento: Es la operación consistente en ordenar los documentos en las mejores condiciones posibles para su conservación y uso. Todo documento mal ordenado es un documento virtualmente inexistente. En general hay dos modalidades diferentes de almacenamiento: la primera es un sistema numérico por el cual se asigna un número diferente a cada documento y se ordenan correlativamente; la segunda modalidad se basa en una clasificación sistemática por la cual se ordenan los documentos en función de su contenido. Para definir la modalidad de almacenamiento y el mobiliario necesario habrá de tenerse en cuenta la frecuencia y tipo de uso que se haga de los documentos, el espacio del que disponemos y los agentes de deterioro que actúen sobre los documentos.

4.2. Operaciones de salida. La difusión.
La difusión es el proceso por el cual se transmiten al usuario la información o los documentos que necesita o bien se le da la posibilidad de acceder a ellos. Es el desenlace de todo el proceso documental ya que todo Centro recoge y procesa información con el propósito de difundirla, siendo la difusión la verdadera razón de ser de la Documentación. No hay una forma única de difusión, sino diferentes tipos de productos y servicios capaces de vehicular información hacia los usuarios. Sin embargo, con el objeto de sistematizar pueden distinguirse dos formas básicas de difusión, la difusión bajo demanda y la difusión documental.
La difusión bajo demanda se realiza cuando el usuario se dirige al Centro de Documentación con el objeto de solicitar una información concreta. Conocida la demanda el documentalista interroga el sistema a partir de distintos parámetros como el tema de la búsqueda, los motivos de la búsqueda, el grado de detalle necesario, los tipos de documentos que el usuario desea (Libros, revistas, informes de trabajo, folletos, literatura comercial, etc.), el punto de vista, las formas de tratamiento, las localizaciones espacio-temporales, las fuentes concernidas y dispersión de la información entre ellas. Un aspecto importante a tener en cuenta es que el diálogo documentalista-usuario debe aclarar de la mejor forma posible el deseo real del usuario, con el objeto de interrogar al sistema de forma pertinente, escogiendo las fuentes óptimas y el vocabulario adecuado.
Igualmente puede considerarse difusión bajo demanda la consulta en línea a una Base de datos. Realizando la búsqueda bajo los mismos parámetros pero sin la mediación de un documentalista de la propia Base de datos, el usuario puede obtener la información, bien sea referencial o bien texto completo, en su propio ordenador.
En cuanto a la Difusión documental es aquella que implica iniciativa por parte del Centro de Documentación. Este deberá estudiar a sus usuarios con el objeto de averiguar qué tipo de información necesitan y cómo desean obtenerla para poder prever el sistema de difusión adecuado. Dentro de la difusión documental veremos separadamente la difusión de documentos primarios, la difusión de documentos secundarios y la difusión selectiva de información.
·        Difusión de documentos primarios. Junto a la tradicional consulta directa en una unidad de información, ya sea en acceso controlado o libre acceso, o el Préstamo, se pueden enumerar otras formas de difusión de documentos primarios como el establecimiento de circuitos de circulación de documentos o la creación de dossiers y revistas de prensa.
Es importante incluir aquí la difusión de documentos en soporte distinto al original, que ha tomado un auge especial con la introducción de la tecnología informática y de telecomunicaciones. Se incluirían aquí en primer lugar las microformas (microfilms y microfichas). El coste no es elevado, ocupan poco espacio y son cómodas para enviar por correo. Su principal problema es que el usuario necesita de un aparato especial, un lector de microformas, para poder leerlas. La fotocopia es otro modo de difusión de documentos primarios. Es un medio cómodo pero caro, y sólo aplicable a documentos poco voluminosos. Plantea problemas de derechos de autor. Y también incluimos los material registrados en soporte informático, como disquetes, cintas, etc..
Sin embargo, todas estas formas de difusión se van a ver afectadas, e incluso sustituidas, por la transmisión a distancia de información: Correo electrónico, telefax, etc. Esta forma de difusión está suponiendo una verdadera revolución especialmente desde la expansión universal de las redes de transmisión de información, especialmente INTERNET, a las cuales se conectan permanentemente millones de usuarios de todo el mundo que la utilizan para intercambiar información de todo tipo.
·        Difusión de documentos secundarios. Los documentos secundarios son los productos propios del Centro de Documentación. La mayoría de Centros de Documentación elabora algún tipo de publicación secundaria que difunde hacia los usuarios. Hay que tener en cuenta que un porcentaje alto de usuarios no desea ir al Centro de Documentación a recoger información, prefiriendo recibir esa información elaborada en su lugar de trabajo o en su domicilio. Sin embargo hay que tener en cuenta que para desarrollar productos secundarios se debe tener un número elevado de usuarios con intereses similares, con el objeto de que los documentos editados satisfagan al mayor porcentaje posible de usuarios. Son productos documentales secundarios los siguientes: Boletines de adquisiciones, Bibliografías de novedades, Bibliografías retrospectivas, Bibliografías analíticas, Boletines de resúmenes, Índices y Boletines de sumarios.
A ellos se suma la tendencia actual a difundir información en soportes de memoria ópticos (CD-ROM, Discos óptico numéricos) basados en tecnología láser que, por su enorme capacidad de almacenamiento se han transformado en un vehículo de difusión no ya de bibliografías o instrumentos de referencia parciales sino de bases de datos completas y actualizadas y de colecciones de textos íntegros organizados.
4.3. Operaciones de mantenimiento.
Son aquellas que permiten llevar a cabo y mejorar las funciones básicas de la cadena documental: Selección, elaboración o mejora de los útiles conceptuales utilizados (Tesauros, normas, programas, etc.) y de los equipos técnicos necesarios; Planificación, organización y gestión de los centros); Establecimiento de circuitos de circulación de documentos; Promoción de la publicación y edición; Formación de usuarios.
En definitiva, el trabajo del centro de documentación consistirá, en cierto modo, en la transformación de documentos originales en instrumentos de referencia que los representen destinados a facilitar a los usuarios la colecta de informaciones útiles para sus necesidades concretas.
Y señalaremos, por último que todas estas funciones tomarán características especiales según el tipo de centro del que se trate, sean centros especializados en la colecta y difusión de documentos primarios (bibliotecas, filmotecas, etc.), sean centros de difusión de información secundaria o bien sean centros de análisis de información, aunque todos ellos responderán al esquema básico aquí expuesto.

Recuperado desde:
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/tema4.htm

¿Qué es y para qué sirve la cadena documental?

http://cv.uoc.es/moduls/XW01_79047_00735/web/main/m1/v1.html






GENERALIDADES Y CONCEPTOS SOBRE LOS TESAUROS.

¿Que es un tesauro?
La respuesta mas completa y breve es que un tesauro es un lenguaje documental, artificial y especializado, ya que se suele articular en torno a un tema, área concreta del conocimiento o bien se realizan para servir al desarrollo temático o profesiona de una institución determinada.

¿Cómo funcionan?
A grandes rasgos funciona como otros lenguajes documentales tales como los encabezamientos de materia, es decir, la herramienta o lenguaje documental, (Tesauro en este caso), que está compuesto por unos términos que se usarán para asignarlos a los documentos en función del contenido de estos. Esto permitirá recuperar la tipología de información recogida en estos documentos utilizando esos mismos términos asignados con anterioridad en el momento del almacenamiento.

Los términos del tesauro.
Los tesauros tienen dos tipos de términos:
  1. Descriptores. Son los términos que sí se utilizan en el tesauro para representar el contenido del documento, son términos temáticos, geográficos, cronológicos y onomásticos.
  2. No descriptores. Estos términos no se utilizan para indizar el contenido de los documentos, pero sirven para guiarse y ver cuales si se utilizan; suelen ser sinónimos o cuasisinónimos (a veces términos equivalentes o aparentemente sinónimos significan distintas cosas en lenguaje común).
Los términos necesarios para la elaboración de un tesauro se pueden recoger de las siguientes fuentes:
  • Listas de términos. (Otros tesauros, índices, diccionarios, glosarios,...).
  • Textos de los que extraer términos (Títulos, extractos o textos completos de ítems indizados, preguntas de los usuarios,...).
  • Gente (fundamentalmente especialistas en la materia en la que queremos profundizar para realizar el tesauro).
Los térmnos deben ser en lo posible sustantivos y sintagmas nominales, un término debe ser lo bastante general para ser utilizado en un índice remitiendo a un cierto número de términos mas específicos. Pero un término no debe ser tan general como para que remita a demasiados ítems. Por ejemplo "Noticias", no sería útil en un tesauro para la indizaciòn de noticias. Algunos de estos términos terminarán siendo descriptores y otros pueden no ser utilizados en el tesauro en su forma original, pero pueden sugerir unos conceptos que necesitan de alguna manera ser cubiertos.

Algunas pautas para la normalización formal de los términos seleccionados:
  • Los términos deben ser sustantivos o sintagmas nominales.
  • Utilizar la forma plural para las cosas que pueden ser contadas. (Balas).
  • Utilizar el singular para los sustantivos no contables. (Metal).
  • Utilizar el singular para procesos, características y condiciónes. (Maldad).
  • No invertir términos. (Zapatillas deportivas y no Deportivas, Zapatillas).
  • Evitar usar demasiadas preposiciones. (Programas infantiles y no programas para niños).
  • Excluir signos de puntuación, signos diacríticos, carácteres especiales y abreviaturas.
  • En las palabras polisémicas (mas de un significado), se puede eliminar esta añadiendo un calificador al término (Resistencia (electricidad)), o bien haciendo transformación sintagmática (Resistencia eléctrica).
La estructura del tesauro.
Los tesauros tienen habitualmente una estructura dividia en tres partes:
  1. Un apartado jerárquico donde se representan lso descriptores en el contexto de su campo semántico.
  2. Una parte alfabética que facilita la entrada al tesauro por la primera palabra con significado entre los descriptores y no descriptores. Expresa las relaciones del vocabulario.
  3. Un índice que permite el acceso por el resto de términos significativos.
Las relaciones usadas en los tesauros.
Normalmente en los tesauros se suelen dar tres tipos de relaciones:
  1. Relaciones semánticas que se forman entre los descriptores y los no descriptores. Los térmnos no preferentes remiten al descriptor y éste hace constar sus sinónimos no útiles para indizar ni recuperar información. Los operadores mas habituales para representar esto son los siguientes: UP (Úsase Por), USE, UF, USE (en inglés). O bien los signos = o una flecha.
  2. Relaciones jerárquicas que se establecen entre descriptores e indican la posición del descriptor dentro del esquema sistemático del tesauro. Los operadores mas habituales para representar esto son los siguientes: TG (Término Genérico) y TE (Término Específico). BT y NT respectivamente en inglés. O bien los signos <, >.
  3. Relaciones asociativas. Se establecen también entre descriptores y permiten relacionar descriptores de distintos campos semánticos pero que suelen aparecer juntos en la documentación. Sirve para que el indizador o usuario utilice términos en los que quizá no había pensado. El operador que lo representa es TR (Términos Relacionado ) o RT en inglés. También se utilizan las rayas ....

 Recuperado desde:
http://lenguajesdocumentalesugr.blogspot.com/2011/06/generalidades-y-conceptos-sobre-los.html




 LENGUAJES DOCUMENTALES

ENCABEZAMIENTOS DE MATERIA. DEFINICIÓN. ESTRUCTURA. USOS.

En esta entrada se va a intentar dar una visión general de que son, para que sirven y como están constituidos los encabezamientos de materia.

Para acceder a una versión digitalizada de esta herramienta solo hay que seguir el siguiente enlace: http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/LEMBP/index.html
¿Que son los encabezamientos de materia?
Los encabezamientos de materia son un conjunto de asientos bibliográficos los cuales no atienden a la descripción del libro o documento teniendo en cuenta la descripción formal que de él se hace mediante las normas establecidas en las reglas de catalogación, sino que describen el documento teniendo en cuenta el campo de la realidad suceptible de ser conocimiento, es decir el tema o la materia que se desarrolla o contiene el documento.
Son pues una lista de términos extraídos del lenguaje natural que pretenden sintetizar el contenido temático del documento que tenemos entre manos.

Al ser una serie de términos del lenguaje natural tienen también una serie de inconvenientes de carácter semántico y sintáctico. Por un lado existen términos que escribiendose igual tienen distintos significados ( es lo que llamamos homonimia), y por otro lados términos distintos que significa una misma cosa (sinonímia). A esto hay que añadir la circunstancia de que como los términos que componen la lista de encabezamientos de materia son términos tomados del lenguaje natural y este cambia continuamente con el paso del tiempo adaptando términos y conceptos a nuevas realidades, por locual hay que "controlar" de alguna manera estos términos; este control es de hecho la lista de encabezamientos de materia, que son un conjunto de reglas que tratan de limitar los problemas antes mencionados.
¿Para que sirven los encabezamientos de materia?
La finalidad de estos encabezamientos de materia es crear un catálogo de materias que contengan en un fichero consultable los documentos de que dispone nuestra biblioteca ordenados según el conocimiento que contienen o desarrollan. Para ello los encabezamientos ofrecen algunas posibilidades de síntesis y de postcoordinación.

Principios básicos que rigen el uso de los encabezamientos de materia.
Con Cutter en los Estados Unidos se definió y expandió el uso de esta herramienta atendiendo a una serie de principios que son los siguientes:
  1. Principio de especificidad. Los encabezamientos de materia tienen que ser utilizados para designar una materia determinada y sólo una, aquella de la que específicamente trate el documento. Este idela de especificidad se consigue cuando un término de materia designa a un solo ser, por eso los documentos que son designables con un nombre propio son muy fáciles de asignar materia, (el nombre propio en sí). Y por eso la lista no contiene nombres propios (ni personas, ni animales, ni entidades, ni lugares). tampoco nombres comunes de cosas concretas (nombres de seres pertenecientes a los tres reinos: mineral, vegetal y animal), por eso cuando necesitemos utilizar como encabezamientos términos como los mencionados debemos utilizar diccionarios enciclopédicos y especializados. También es muy útil utilizar la CDU. En el caso de utilizarse encabezamientos de materia compuestos (encabezamiento + subencabezamiento), el encabezamiento tiene que ser mas específico que el subencabezamiento, aunque en circunstancias esto se puede invertir y estar justificado, pero siempre utilizando sólo un encabezamiento mas general sin utilizar junto a este un subencabezamiento mas específico.
  2. Principio de síntesis. En el proceso de asignar encabezamientos de materia a un documento se lleva a cabo un proceso de síntesis en el cual se debe intentar reducir el contenido de un documento a pocos o preferiblemente a un asunto o materia y la expresión del término tiene que ser lo mas simple que se pueda. A veces al no poder conseguir sintetizar en un encabezamiento la totalidad del contenido del documento es preferible renunciar a una síntesis perfecta que llevaría a asignar varios encabezamientos y en su lugar perder parte del contenido del documento. Por esto los encabezamientos de materia no son útiles par asignar materias a publicaciones periódicas.
  3. Principio de uso. Este principio implica tener en cuenta la naturaleza de los fondos de la biblioteca que tenemos y la tipología de usuarios que frecuentan dicha biblioteca, en los cuales hay que pensar para tener en cuenta sus necesidades a la hora de formar el catálogo alfabético de materias; así pues la lista de encabezamientos de materia para bibliotecas públicas contiene términos pensados en función de las siguientes características: representar las materias de fondos de una biblioteca pública española, cuyos fondos no superen los 30.000 volúmenes, a la que van a acudir usuarios no especializados en ningún campo del conocimiento. Son encabezamientos pensados para macrodocumentos y para temas genéricos. Hay que tener en cuenta la tipología de usuarios y de fondos que tiene nuestra biblioteca a la hora de asignar términos mas genéricos o mas especializados (aunque no se recojan en la lista de materias que tengamos entre manos).
  4. Principio lingüístico. Los encabezamientos se redactarán en español (siempre y cuando tengamos el término necesario en nuestro idioma y esté aceptado), en lenguaje común y en orden natural del idioma (primero nombre y después adjetivo), los casos de inversión que se señalan con una coma (,) que sigue al primer elemento deben limitarse al máximo y se justifican en caso de que un encabezamiento sirva para designar varias materias (homonimia).
  5. Principio de uniformidad. Cada materia debe tener siempre el mismo encabezamiento; se debe escoger entre varios candidatos posibles (sinónimos) y se debe distinguir por medio de determinantes encerrados entre paréntesis en el caso de que un encabezamiento sirva para designar varias materias (homonimia).
  6. Principio de economía. Se tiene que limitar al máximo el número de encabezamientos dados a un mismo documento. Es decir, intentar no utilizar con asiduidad encabezamientos dobles o compuestos con "y" (los cuales solucionan fácilmente el problema de materias que se solapan), y evitando además usar encabezamientos demasiado genéricos. En bibliotecas especializadas el análisis de materias y la multiplicidad de encabezamientos puede ser considerable en un mismo documento. En caso de bibliotecas públicas no debe sobrepasarse mas de 3 encabezamientos para un mismo documento, de esta forma cuando un documento trate demasiados temas o un tema contemplado desde muchos puntos de vista hay que intentar acudir a un encabezamiento mas genérico que englobe la totalidad temática reflejada en nuestro documento aunque tengamos en nuestra lista otros mas específicos y que describan de manera mas precisa los temas que desarrolla nuestro documento.
Formas que pueden tomar los encabezamientos.
  • Encabezamientos con una sola palabra. Es la forma preferible de asignar encabezamientos, son nombres o bien adjetivos sustantivados (ejemplo: cristal). En el caso de nombres propios se tiene que utilizar la forma de encabezamiento establecido para ellos en las Reglas de Catalogación (ejemplo: SÁNCHEZ, Francisco). Respecto al uso de singular y plural se prefiere que se utilice siempre que sea posible nombres comunes en singular por que representan también el plural y solo expresar materias en plural que no pueden expresarse en singular (ejemplo: países capitalistas).
  • Encabezamientos de nombres + adjetivo. Esta forma están justificada siempre que no se pueda cambiar la forma del nombre + adjetivo (ejemplo:  carreteras palentinas, nombre+adjetivo) por la de encabezamiento + subencabezamiento sin que cambie el sentido (ejemplo: Carreteras - Palencia , encabezamiento+subencabezamiento). Debe también de evitarse incluir mas de un adjetivo a no ser que se intenten expresar variedades y estilos artísticos (ejemplo: Escultura holandesa contemporánea, nombre+adjetivo+adjetivo).
  • Encabezamiento de nombre + nombre. Se utilizan en los casos de quasisinonimia, y es básicamente una acumulación nominal (ejemplo: Emociones y Sentimientos), también se puede utilizar para materias que se entrecruzan y se solapan y en las que no se puede buscar la una sun la otra (Arte y Literatura).
  • Encabezamientos de frase. Sólo se deben utilizar en caso de que una frase hecha sea la mejor forma de designar una materia específica (ejemplo: Seguros a todo riesgo); no suelen ser necesarios si tenemos en cuenta el grado de especificidad de una biblioteca pública. 
  • Encabezamiento + subencabezamiento. Es el único caso de sintaxis que se puede dar en los encabezamientos de materia. Se utiliza en términos demasiado genéricos o que resultan difusos. Se utiliza un término mas específico en primer lugar (principio de especificidad de Cutter) y luego una mas genérico (ejemplo: Windows-Sistgemas operativos). De este tipo suele haber pocos en la lista ya que los que hay se ha confeccionado pra que respondan a la tipología documental propia de una biblioteca pública, por lo que hay una gran variedad, y el bibliotecario tendrá que confeccionar los que necesite. Para ello es conveniente formar subencabezamientos mas afinados que los que necesitemos en nuestra biblioteca; además de acudir a la CDU, fundamentalmente los auxiliares especiales para completar facetas que no tengamos en la lista de encabezamientos de materia.
Los subencabezamientos.
A continuación se exponen una serie de normas para el uso de los subencabezamientos:

Existen cuatro clases de subencabezamientos: de materia, topográficos, cronológicos y de forma. Cada subencabezamiento se une al encabezamiento anterior por un guión (-). En el caso de tener que usar varios subencabezamientos se dan en el orden citado en el primer punto. Solo se debe utilizar un subencabezamiento de cada clase menos si se trata de forma. 
  • Subencabezamientos topográficos. Nombres de lugares que sirven para especificar una materia; pueden ser también encabezamientos, no es fácil determinar cuando hacen la función de materia y cuando sirven únicamente para especificar tal materia. Para ello hay que tener en cuenta varios puntos. 1º La redacción de los encabezamientos de nombres de lugar siguen las mismas reglas que las de los encabezamientos análogos para el catálogo alfabético de autores. 2º El grado de especificidad geogŕafico se fija en función de las necesidades de los usuarios de la biblioteca en cuestión (país, región, ciudad,...). 3º El subencabezamiento se pondrá en orden directo (Valencia y no España-Valencia). 4º Los gentilicios prevalecen en casos en los que tengan un valor distinto al puramente geográfico (Bibliotecas-España y no Bibliotcas españolas). 5º Para saber si el lugar geográfico es encabezamiento o subencabezamiento se tendrá en cuenta que cuando se trate de suntos de los que trata la historia, geografía, política y sociografía, el topónimo se utilizará como encabezamiento. 6º Los términos que designan instituciones (universidades, bibliotecas, museos, etc.) se utilizan como subencabezamiento con los nombres de ciudad, pero como encabezamientos con subencabezamientos topográficos.
  • Subencabezamientos cronológicos. Especifican una materia situandola en el tiempo. Cuando los términos cronológicos designan materias sin ninguna especificación (Barroco), pueden usarse directamente como encabezamiento. Cuando se trata de batallas conviene invertir, (Ardenas, Batalla de (1944)). El grado de especificidad de estos subencabezamientos varía en función de las necesidades de la biblioteca.
  • Subencabezamientos de forma. La forma no designa ni la materia propiamente dicha ni el "envoltorio" del documento, sino la forma del discurso, y va desde el aspecto externo (cartas, grabados, fotografías...) hasta el género literario (novelas, ensayos,...). De la misma forma que en ejemplos anteriores estos subencabezamientos de forma pueden se también encabezamientos de materia.
Casos especiales:
Subencabezamientos dobles. Aunque no deben utilizarse dos subencabezamiento de la misma clase y se puede evitar duplicarlos utilizando la siguiente estrategia (Aleaciones de oro y plata: Oro-Aleaciones; Plata-Aleaciones); a veces se pueden duplicar.
Nombres étnicos: Solo se utilizan para designar a los pueblos o naciones que no tienen territorio propio (Judios-Historia). Para lo demás se utiliza el país (España-Historia para historia de los españoles).
Encabezamientos redactados a base del término tratados, convenciones, convenios, se pueden utilizar directamente estos términos e incluso especificar el tipo (Tratados bilaterales).


Referencias.
Véase (V.); usase por (U.p.) son referencias que van dirigidas tanto al bibliotecario como al lector o usuario de la biblioteca por lo que deben de aparecer en las fichas que se confecciónen para el catálogo de materias.
Véase sirve para enviar del encabezamiento posible y no escogido al que se ha escogido, en casos en los que se trate de sinónimos, encabezamientos complejos con distintas posibilidades de elemiento inicial o de distintas forma de un mismo término y por lo cual sería posible escoger entre ambos. Usase por avisa sobre encabezamientos que no deberán buscarse.

Véase además (V.a.) va dirigido exclusivamente al usuario del catálogo, indica otros asuntos relacionados con el que interesa y refiriendo a temas mas genéricos en los que se trata la materia que interesa.

R.e. va dirigido al bibliotecario para indicarle la posibilidad de usar encabezamientos mas específicos dentro de una materia, también sirve paa lo mismo el: puede usarse además. 


Recuperado desde:
http://lenguajesdocumentalesugr.blogspot.com/2011/06/encabezamientos-de-materia-definicion.html